
Las rosas son conocidas internacionalmente por su belleza; son la reina de las flores. Hay canciones sobre ellas, hay dichos sobre ellas, ¡son icónicas! La rosa es la reina de las flores, la que todos aman regalar. La flor común para obsequiar a un ser querido en un cumpleaños, aniversario u otra ocasión especial. Si bien regalar rosas es fácil, ¿qué hay de cultivarlas?
Cultivar rosas requiere una dedicación extrema, paciencia y atención al detalle. Puede parecer fácil desde lejos, pero en realidad es un proceso bastante meticuloso y preciso. El momento ideal para plantar rosales es en la primavera, cuando el frío se ha ido y la tierra comienza a calentarse. Debes asegurarte de tener suficiente espacio, ya que los arbustos crecerán bastante grandes. Es recomendable no plantarlos junto a otras plantas o arbustos, ya que pueden perjudicarse entre sí. Las rosas también crecen mejor si tienen algún tipo de soporte, como un gazebo o una pared por la que puedan trepar.

Hoy vamos a repasar cuatro pasos sencillos para que empieces a cultivar tus propios rosales.
Prepara el suelo
Primero, asegúrate de que el suelo en el área donde vas a plantar las rosas esté listo. Comienza fertilizando el suelo, ya sea con un fertilizante para rosas comprado o con otro material orgánico; quieres que el suelo esté rico en nutrientes. Después de fertilizar el suelo, puedes comenzar a cavar el hoyo en el que vas a plantar el arbusto. La profundidad del hoyo dependerá del área; si estás en un clima más frío, querrás que la planta esté colocada en un hoyo más profundo. Si estás en un clima más cálido, la profundidad puede ser más superficial.

Coloca la planta
Una vez que hayas cavado un hoyo a la profundidad correcta y lo suficientemente ancho para que la planta quepa cómodamente, estás listo para colocar la planta. Querrás regar ligeramente el suelo justo antes de colocar la planta. Coloca la planta en el hoyo y luego comienza a cubrirla con tu suelo fertilizado y rico en nutrientes. Asegúrate de que todas las raíces estén cubiertas por el suelo, comprimiéndolo ligeramente para que esté firme y la planta no salga fácilmente. Luego, querrás hacer un montículo de aproximadamente 15 centímetros de tierra sobre la planta. Esto protegerá a la planta de secarse inicialmente y se puede quitar a medida que los brotes comienzan a brotar.
Riega REGULARMENTE
Las primeras 3 a 4 semanas después de colocar tu planta, querrás asegurarte de regarla regularmente, ya que es cuando es más probable que se seque. Es mejor regar las rosas por la mañana. Quieres empapar el lecho con agua aproximadamente cada dos semanas para asegurarte de que el suelo no se seque; es importante que los rosales se mantengan húmedos. Aproximadamente 3 meses después de plantar, puedes comenzar a fertilizar tus rosas; te sugerimos comprar un fertilizante específicamente para rosas y seguir las instrucciones del paquete.

Poda tus rosas
Una vez que tus rosas hayan comenzado a florecer, querrás asegurarte de podarlas regularmente; esto ayuda a evitar el hacinamiento y contribuye a que el arbusto crezca más fuerte y saludable. Querrás cortar cualquier portainjerto, nuevas plantas que crezcan de las raíces, así como cualquier rama restante más delgada que un lápiz. O cualquier cosa que no se ajuste a la forma deseada para el rosal.

Con paciencia, amor y cuidado, deberías comenzar a ver los frutos de tu arduo trabajo. Será una gran recompensa ver las hermosas flores de rosa en tu propio jardín. ¡Y después de todo el trabajo duro, podrás disfrutar de su belleza!