
El Aloe Vera es una especie de aloe de origen incierto, pero cultivada durante mucho tiempo en la región mediterránea, el norte de África y las Islas Canarias. Esta hermosa planta ha sido adoptada en la medicina tradicional en muchas regiones del mundo: primero en Europa, el Medio Oriente y el norte de África, luego en India, China y principalmente en Asia después del siglo X y América después del siglo XVII. Actualmente, el gel de aloe se utiliza principalmente en la composición de cosméticos o bebidas.
Como planta de interior con mil virtudes, el Aloe Vera es fácil de mantener y tiene un bonito aspecto decorativo. Reconocida por sus propiedades medicinales curativas, se utiliza regularmente en cosméticos. Su follaje, tan elegante como original, es particularmente resistente al calor. Esta planta es tenaz, pero aún así está en riesgo. Ya sea que la mantengas dentro de tu casa en invierno o afuera en verano, saber cómo cuidarla requiere cierta habilidad.
En este artículo, vamos a discutir los siguientes puntos:
* ¿Cuál es el mejor entorno para esta planta?
* Las enfermedades más comunes que afectan a la planta de Aloe Vera
* Algunas precauciones para cuidar tu planta
* ¿Cómo proteger el Aloe Vera en invierno?
¿Cuál es el mejor entorno para esta planta?
El aloe vera debe crecer en una maceta grande y poco profunda. No se recomiendan las muy pequeñas o demasiado pesadas, ya que se vuelve más difícil moverlas. Debe estar en un suelo poroso y nutritivo, por lo que se aconseja introducir un poco de tierra con arena en la maceta. Las raíces de este tipo de planta no soportan el contacto con el agua, por esta razón, requieren un suelo con drenaje fácil y rápido.
Te aconsejamos que riegues tu aloe vera cada 15 o 20 días, usando poca agua y vertiéndola directamente sobre la tierra, sin dejar la maceta llena. Ten en cuenta que si excedes la cantidad recomendada de agua, tu planta podría pudrirse. Por otro lado, si notas que algunas hojas están muy finas y arrugadas, significa que tienen sed y necesitan un poco más de agua.
Las enfermedades más comunes que afectan a la planta de Aloe Vera
Esta planta tiene muchos enemigos principales; uno de ellos son los parásitos llamados cochinillas. Son pequeños insectos, fácilmente identificables por el grupo blanco harinoso que aparece en las hojas. Además, son conocidos por alimentarse de su savia y asentarse en las hojas. Por lo tanto, aparecen trazas blancas en sus hojas y tu aloe vera se torna amarilla como señal de que está enferma.
Para tratar tu planta, debes asfixiarlas empapando las hojas con alcohol doméstico y eliminar aquellas que se han marchitado para aliviarla.
Los pulgones de raíz se notan en la base de la planta porque succionan para absorber la savia. Los primeros signos son típicamente manchas blancas, que destacan incluso en los lados internos de la maceta. Si ves una de estas manchas, debes regarla con pesticidas químicos o biológicos, y trasplantar tu planta después de limpiar las raíces.
Algunas precauciones para cuidar de tu planta
El aloe vera crece en áreas áridas. Por lo tanto, se debe evitar el exceso de riego. También debes evitar los portamacetas para que el agua no se estanque.
Ten en cuenta que esta planta es sensible a la falta de agua y puede reaccionar a ciertas causas ambientales. La enfermedad de la que más sufre es la pudrición de raíces.
Si tu aloe vera tiene un aspecto triste y enfermo, puedes revivirla cambiando su maceta, después de haber eliminado todas las raíces blandas o negras. Si tu aloe vera parece estar aplanada, sus hojas tienen una flacidez seria y cuelgan, es muy probable que se deba a una falta de luz natural. Asegúrate de que la temperatura ambiente esté por encima de 20 grados C, sin exposición directa para evitar quemaduras solares.
¿Cómo proteger el Aloe Vera en invierno?
Si vives en una zona fría, debes proteger tu planta. La mejor solución es llevarla adentro tan pronto como llegue el invierno. Busca una habitación luminosa, ya sea un garaje o una veranda donde puedas colocar tu planta. Notarás rápidamente una mejora en tu planta.
Debes colocarlas, según sus necesidades, al sol, cerca de las ventanas para que se beneficien al máximo. Sin embargo, debes evitar ponerlas en contacto con el cristal porque si las temperaturas exteriores son muy bajas, el frío podría transmitirse a la planta a través de la ventana. Cuando no tengas suficiente espacio para colocarlas dentro, ponlas alrededor de tus habitaciones. Solo evita dejarlas cerca de los conductos de ventilación porque podrían secarse o, en el peor de los casos, marchitarse.
Cuidar de una planta de aloe vera en tu hogar, o incluso afuera en tu jardín o en el balcón, es una tarea fácil. Con las condiciones adecuadas de crecimiento y la información sobre los consejos de cuidado para las plantas de aloe, puedes cultivarla fácilmente. Es muy decorativa con su follaje original y elegante y es una planta muy resistente. Además, tiene muchos otros usos en la medicina tradicional y en productos cosméticos.
Aprecia particularmente el calor y disfruta del aire libre en verano y en interiores en invierno. Además de todo eso, tu aloe vera ocasionalmente produce un gran tallo de pequeñas flores en forma de campana. Una vez que las flores se han marchitado, puedes cortar el tallo en la base. Lo mejor de todo es que las plantas de aloe también producen nuevas plantas más pequeñas, perfectas para la propagación. Ahora que sabes cómo cuidar de una planta de aloe vera, definitivamente deberías llevarte una a casa.